...no sabemos qué camino elegir. El destino teje nuestra existencia y no se puede cambiar el rumbo. Una décima de segundo es suficiente para dejárselo claro: puedo cambiar la dirección de mi vida. Sólo tengo que calzar el número correcto y dejar que fluya todo lo demás. Cada uno tiene su par de zapatillas esperando a ser calzadas. Sólo hay que ser capaz de distinguirlas entre las demás.
1 comentario:
Pero bueno y yo donde ando que me he perdido to estooooooooooooooooo.........uags se pasa el tiempo sin darnos cuenta.
Pues reflexiona pero no tardes demasiado ¿eh?
Un besito gordote y dulce.
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