Siempre hay tiempo para retomar una vieja historia si uno quiere: un antiguo amor que separó las circunstancias, una amistad que se diluyó en la distancia, un libro que dejamos por falta de tiempo, o un cuadro en el que no encontrábamos las pinceladas certeras.
Pero puede pasar que ese capítulo lo damos por terminado, y entonces lo dejamos en nuestro almacén de recuerdos. A mí me ha pasado con este retrato (aparte de otras cosas). Sé que está sin acabar pero no me imagino dándole más pinceladas, no, así es él, ese óleo sobre madera que empecé un verano y así quedó. Aunque ahora que pienso...no está firmado!
1 comentario:
pues di que si firmalo,que esta genial¡¡¡besos
Publicar un comentario
Dime lo que quieras... write me all you want...