


A quien pasee por Alicante le llamará la atención, unas esculturas de Ripolles que pasean junto a la gente, que esperan en un cruce, o que miran el mar como uno más. Una manera muy particular de ver el mundo en un estilo muy personal, casi inocente de este artista castellonense con el que nos hace reflexionar sobre la vida gris y estresante que sufre la sociedad actual. Un respiro de alegría.
2 comentarios:
Que buenas esculturas, me gustaron mucho, cariños paty
pues esta muy bien que haya esculturas en las calles, besos
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